jueves, 29 de marzo de 2012

Madrid 2020

            Hace pocas semanas se hizo oficial el ganador del concurso que diseñó el logotipo oficial de “Madrid 2020”, ciudad aspirante  a los Juegos Olímpicos de ese año.  Dicho logotipo, cuya grafia inicial fue ideada por Luis Peiret, fue elegido entre candidaturas presentadas por diversas escuelas de Diseño de España. El jurado o “comité de expertos”  designado al efecto, se permitió la licencia de retocarlo antes del fallo, tanto en los colores como en la forma. El logotipo presentado a los medios de comunicación ha sido polémico, no sólo por el procedimiento empleado, sino por la pobreza del resultado final.
            El Ayuntamiento de Madrid se ha defendido de las críticas argumentando que en las bases del Concurso se especificaba que el organismo municipal, que organiza la Candidatura Olímpica, tendría vía libre para modificarlo si lo estimase oportuno para adecuarlo a las exigencias del Comité Olímpico Internacional.
            Para los que ya no recuerden dicho logotipo y no quieran rebuscar por internet, el diseño original que presentó a concurso este estudiante de Diseño llevaba un fondo de cinco tarjetas de colores (amarillo, naranja, azul, verde y negro) colocadas en forma de abanico y sobre ella un M20.  Debajo de ello aparecía escrita la leyenda “Madrid 2020, ciudad aspirante”.
            Pues bien, la agencia de publicidad Tapsa,  ha hecho un flaco favor rediseñando el logo hasta dejarlo en una irreconocible “alusión” a la Puerta de Alcalá , con cinco arcos de medio  punto coloreados en rojo, amarillo, azul, verde y morado, sobre los que se diluyen en color blanco un irreconocible M20 cercenado, que casi se puede leer como un 20020…
            Lo más sangrante para mí ha sido ver que este nuevo logotipo incide en el analfabetismo imperante por parte de los gurús del Diseño, escribiendo la palabra Madrid en una mediocre grafía en letra minúscula, cuando cualquier persona mínimamente letrada sabe que Madrid es un nombre propio. El colmo del paletismo ha sido poner también una tilde sobre la “i” de Madrid, resaltando que somos más chulos que nadie pronunciando la palabra.
He esperado que pasase la avalancha de comentarios críticos sobre el tema para volver a analizar el logo, pero sigo insistiendo en que la alusión a la Puerta de Alcalá es errónea, ya que la misma consta de 3 arcos de medio punto centrales y dos puertas adinteladas en cada extremo. Por más que lo miro, me sigue pareciendo una y otra vez a un anuncio de chanclas de playa de colores…

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