jueves, 29 de septiembre de 2011

Malaléchidos

           Los encontramos por todas partes de la ciudad, te cruzas con ellos constantemente, rara vez puedes evitarlos... son los malaléchidos.    Madrid tiene el dudoso honor de batir el record mundial de personas cabreadas, caras torcidas, gestos contrariados, miradas agresivas, en resumen mala leche andante por las calles de la Villa y Corte.
          ¿ Qué nos pasa ? ¿ Es la crisis ? ¿ Es el paro ? ¿ Es la contaminación ? ¿ Es el ruido ?¿ Es la mala calidad de vida... ?  Los otrora cordiales vecinos han cambiado sus amables semblantes y pasean sus despojos precamposantales por los pavimentos del Foro.
          ¿ Dónde fueron las risas ? ¿ Dónde emigró la alegría ? ¿ Qué fue de la cortesía que nos  caracterizó durante tantos años a los madrileños ?.    No lo puedo entender, esto me suena a estrategia coordinada de las multinacionales de la antiarruga, frotándose las manos mientras observan miles de rostros tensionados, de semblantes arrugados, de rictus ajados...
          Madrid no se merece tanto zombi andante a plena luz del día.    Cada día es más difícil encontrar a alguna persona con una sonrisa sincera, con un gesto simpático, con un vocabulario amable.  Parece que el estiércol de la contaminación ha podrido los cerebros de los ciudadanos ¿ Por qué no repasáis vuestros álbumes de fotos personales para encontraros a vosotros mismos en remotas imágenes de sencilla vida rutinaria, de relajante despreocupación, de júbilo familiar… ? 
          Pues nada, seguiremos esperando el día que desaparezcan estos sujetos, víctimas de su perenne cabreo salpimentado de negatividad, y hasta ese momento seguiremos practicando – los pocos que quedamos - el arte de la sonrisa.

(In memoriam:  Paco Umbral).

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